Reglas de oro antiedad

Da igual si tu piel es grasa, seca, mixta o sensible, estas pautas te ayudarán a luchar contra el envejecimiento prematuro de la piel y a verte mucho más guapa cada día.

Aunque la mejor estrategia para vernos bien es la prevención y cuidarnos en todo momento para evitar que el tiempo pase factura a nuestra piel, a veces se nos olvida. Ya sea por pereza o falta de hábitos, seguro que hay días en los que no te pones tu crema hidratante, sales de casa sin aplicar tu fotoprotector o duermes menos de 7 horas.

  • Adapta tu crema

La piel cambia con la edad así que evita a toda costa utilizar la misma crema que utilizabas hace 10 años. ¿Por qué? Pues porque a medida que pasa el tiempo, tu piel necesita fórmulas más potentes y puede ser que sus necesidades cambien.

Si notas tu piel bien hidratada, confortable y no empieza a delatar signos de la edad, has acertado con tu crema y no necesitas cambiarla. Pero si no te notas a gusto, empiezas a verte arruguitas más marcadas, etc, sí que podrías estar necesitando un cambio. A los 35-40 años (o antes en pieles más secas), el cutis se vuelve más exigente y ya no se conforma con una simple crema hidratante. Es entonces cuando el contorno de ojos, el sérum y cremas anti-arrugas se hacen necesarias.

  • Protégete del sol

El protector solar es la mejor crema antiedad según los dermatólogos, porque actúa en la etapa crucial: la prevención. Recuerda que los rayos UVA, responsables del fotoenvejecimiento, atraviesan también las nubes y los cristales y llegan a las capas profundas de la piel, donde dañan el ADN celular. Un error muy común es dejar de utilizar un fotoprotector durante los meses que hace frío, ¡no lo hagas! En verano siempre nos acordamos de ponérnoslo pero, qué tendrá el invierno y el otoño que nos relajamos un poco con este tema. Un consejo, ponte tu protector solar cada día.

  • Una buena hidratante es imprescindible

La piel queda más lisa (se rellenan ópticamente las arrugas), confortable y es más resistente a las agresiones externas. ¿Notas tu piel tirante, con acné o tienes muchos brillos? Quizás no estás utilizando la crema adecuada…

  • Tratamientos

Hay tratamientos no invasivos y eficaces que, realizados por profesionales cualificados, logran resultados muy naturales en el rejuvenecimiento del rostro.

Como el masaje kobido.

  • Los mejores activos antiedad

A diario, usa al menos una crema que contenga uno o varios de estos activos: retinol, vitamina C, antioxidantes (coenzima Q10, resveratrol) e hidroxiácidos, ya que previenen y combaten los signos de la edad.

Hay tratamientos no invasivos y eficaces que, realizados por profesionales cualificados, logran resultados muy naturales en el rejuvenecimiento del rostro.

Además, la triada contra el envejecimiento prematuro es muy sencilla: deporte, alimentación saludable y descanso.

  •  Una dieta equilibrada

El azúcar y las grasas saturadas aumentan los radicales libres y nos hacen parecer mayores de lo que realmente somos. De hecho, puede que estás tomando más azúcar de lo que crees… En cambio, una alimentación variada y rica en antioxidantes naturales (verdura, fruta fresca, pescado azul) retarda el envejecimiento de la piel.

  • Actividad física

No hace falta que te recordemos las bondades del ejercicio físico una vez más pero si te contamos que hacer deporte mejora la circulación sanguínea (la llegada de nutrientes a la piel) y linfática (la eliminación de las sustancias de desecho).

  • Descansa bien

Si respetas las horas de sueño que tu cuerpo necesita, verás que tu piel se verá sin rastro de fatiga y favorecerás la renovación celular. Además, te verás más guapa y relajada.

  • Hábitos saludables

Si necesitas adelgazar, no lo hagas de forma brusca. Se acentuará la flacidez de la piel ya que la piel no se retrae completamente y se descuelga.

  • Remodela tu rostro

Si la practicas a diario, los músculos se tonifican y tu cara consigue un aspecto más joven y saludable. A continuación te damos algunos ejercicios.

  • El truco definitivo

El sistema nervioso y la piel están conectados así que cuando eres feliz se fabrican endorfinas, que estimulan a los fibroblastos de la piel y estos refuerzan la barrera cutánea, neutralizan radicales libres, mejoran la circulación… En definitiva, la felicidad te embellece.

 

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